El principio del camino

Cuando empecé a escribir este blog fue por una necesidad principalmente de distraerme, ya que pasaba y estoy pasando por un momento donde necesito tener mucha paciencia y esperar y esperar por varias personas, varias respuestas y donde la frustración crece cada día donde me fijaba que seguía esperando y las fechas seguían avanzando, muchos días, ya meses y seguía y seguía esperando exactamente lo mismo que antes, aunque por personas diferentes.

Muy sinceramente en estos momentos, puedo ver que fui muy incrédula al principio, pensando que todo estaría listo de manera rápida y sin tropiezos, exactamente como lo pensé, como lo planee, como si yo fuera la única responsable de todo, pero obviamente me doy cuenta que no.

Lo quiero dejar cronológicamente plasmado para ver el paso a paso aquí a mitad de año está un recuento de cómo fue casi todo este primer semestre:

A mediados del mes de enero, cuando aún trabajaba, en mis ratos libres empecé a escribir mucho, porque quería descifrar y entender, más que, lo que debo hacer, en realidad lo que quiero hacer, donde poco a poco fui aclarando mi idea y ya sabiendo qué quiero, empecé a escribir sobre ¿Cómo hacerlo? Y como convertir esta idea que me encanta, en una empresa de la que me pueda dedicar totalmente.

Febrero, empiezo a ver empresas que hablan de reciclaje, empecé a indagar sobre ellas, sus técnicas, buscando referencias de otras empresas ya establecidas alrededor del mundo, teorías del plástico en general y cada vez más fui rellenando y aclarando mis pensamientos sobre si ya se que quiero hacer, pues ¿cómo hacerlo? haciendo referencia a una empresa formal.

A finales de marzo, ya había ubicado un espacio donde yo pensaba, iba a empezar a trabajar, diseñé un cronograma (que a partir junio pasó a estar totalmente caducado) también se empezó a diseñar formalmente el proyecto, toda la parte teórica, donde cada vez que lo ajustaba, me daba más la razón del potencial que le vi desde el principio y sobre todo, que sigue siendo super importante, como para pensar en algo realmente grande.

En abril estaba pautado arreglar las instalaciones eléctricas del local, necesarias para la instalación de la futura máquina, mientras se buscaba y procuraba encontrar los profesionales indispensables para fabricarla, lo cual ha sido y sigue siendo la mayor traba que he tenido y sigo teniendo.

Junio, no se pudo avanzar en nada sobre la máquina y de paso se terminó por descartar el local que ya tanto se había trabajado.

Hoy cuando estoy en el segundo día de Julio, puedo actualizar que ya trabajé en el diseño del logo, en escribir este blog y que cuando pienso que ya tengo “todo listo para empezar” irónicamente, excepto la máquina que es primordial, pero que no he podido lograr obtenerla, por razones ajenas a mí, con muchísima frustración y buscando sacar de donde pueda más ánimo y paciencia que tanto me hace falta, termino con una frase que me dijo mi hermano, quien me ha ayudado mucho durante este proceso, cuando lo llamé desesperada para desahogarme y explicarle que no entendía, cómo no podía encontrar ninguna respuesta positiva y casi ninguna respuesta en lo absoluto, donde solo me respondió que no me desanimara, que siguiera trabajando fuerte y que “si ha sido tan duro ni siquiera empezar, mucho más gratificante será la recompensa”

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